Felices con vos


Su trabajo fue impecable. Supo recibir, lo cual no es nada fácil, una escuela de prácticas internas y ponérsela al hombro.






Luego de una gran preparación dentro y fuera de la misma Ana recibió en sus manos el destino de Escuela Azul en febrero de 2020, justo un mes antes de que comenzara la emergencia sanitaria por la pandemia. Su paciencia y entrega hizo que asistiera a docenas de personas en línea. Supo recibir, y también compartir y guiar. Ana nos hizo crecer, nos hizo ocupar la mente en algo con sentido cuando estábamos confinados a un espacio reducido en un tiempo feroz. Nos ayudó a que el cuerpo no se anquilose, a que el miedo no nos devore, a que el cuerpo es un inmenso territorio para descubrir, a que “hasta la semana que viene” era una condición fundamental en que creer. Nadie que estuviera a su cuidado se quedó a la deriva. Fiel a su promesa scout, practicante de culto, si los hay. Alta en concentración. Flow en el adherir y coraje, mucho coraje para ponerse de pie al día siguiente de cada caída y empezar desde más abajo que cero.

El trabajo de la profe Analía Arce durante la pandemia fue en verdad unos de esos Esenciales No reconocidos… Tuve, y tengo, les cuento, el honor de verla sonreír y sentirse elevada al final de cada clase On line. ¡Genia!

Después de pandemia muchas personas volvieron a correr y creer en problemas de toda índole, en algunos más reales que otros, como ahora mismo, olvidando que cuanto te tocan para corregirte, por ejemplo, está sucediendo algo sumamente valioso… sin aquel distanciamiento social… un toque sin pretensiones, como ella. Un toque que, si te molesta, te aseguro, es que tienes mucho que seguir trabajando contigo todavía, soltando. Pero entonces, en plena pandemia muchas personas se sintieron abrazadas a la distancia por su cariño. Ella emana eso en su sonrisa, yo creí que esa sonrisa era para mí, pero no, es para toda persona a su cuidado. Y hoy esto es un gran tesoro para la escuela. Como el desarrollo y evolución de esta línea femenina de Qigong que a través suyo ha florecido.

Ana, Mujer, Madre, Amiga, Maestra, Compañera de vida y camino, Gracias por tus cuidados, tus gestos, “mi” sonrisa, tu naturalidad. Cuatro años han pasado desde que tomaste el timón de EA, yo no sabía hasta hace menos de un mes que volvería al rol de director. Antes no tenía idea que era realmente delegar, no en las “palabras”, sino en verdad soltar, en los hechos, en la diaria, mes a mes, por años. Dejar. Llegué a sentirme felizmente retirado 😊, y como visitante, el honor de ver la hermosura de las prácticas. Así es como pude recuperar al músico que también soy y mudar de ciudad mi consultorio (no podría haber estado frente a la escuela con todo esto)… Gracias Ani, hace rato aprendo de vos… Pero en este tiempo estoy aprendiendo de vos más que nunca antes, incluso en retrospectiva. Ojalá esté a la altura para lo que viene.

Práctica, práctica y muchas prácticas, juntos a la par.

Grulla Bonita!! Te amo

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